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Arrayán

Luma apiculata, también conocido como arrayán rojo.
Los colonizadores españoles lo llamaron arrayán por la semejanza de sus flores con las del arrayán europeo o mirto.

 

Crece mayoritariamente en los bosques templados de Argentina y Chile, aunque también hay mucha presencia en Uruguay. En Argentina se distribuye en la zona andina desde el centro de Neuquén, hasta el norte de la provincia del Chubut. ​


En la mayor parte de su área de distribución crece como un arbusto muy ramificado, de unos 3-5 m de altura. Pero en ciertos lugares como el parque nacional Los Arrayanes (Neuquén, Argentina) existen bosques donde alcanzan hasta 20 m de altura y 1 m de diámetro. Su crecimiento sin embargo es muy lento.


Los arrayanes más antiguos se pueden encontrar en el Parque Nacional Los Arrayanes en Argentina con 600 años, aproximadamente.

Su corteza es de color castaño cuando el árbol es joven y anaranjado cuando es adulto; está cubierta por una capa de textura pilosa y sedosa que se desprende al contacto. Sus hojas son simples, de forma redonda u ovalada. Produce flores blancas o levemente rosadas y aromáticas. 


La floración tiene lugar en el verano y como flora apícola, es relevante para la producción de miel de bosque. 
Su fruto es una baya comestible de color mora-violeta negruzco llamado arrayán por algunas personas, a semejanza del fruto de la patagua; con el fruto localmente se realizan diferentes preparaciones, principalmente mermeladas. De estos frutos, los indígenas igualmente elaboraban chicha, una particular bebida alcohólica.​ Las hojas, corteza y flores, son estimulantes, tónicas, diuréticas, anticatarrales y astringentes.

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